Depilación

Suavidad
y solo suavidad



La sensación más agradable de todas es la de la cálida temperatura de una piel sin vello. Estremece los sentidos propios y ajenos incluso sin necesidad de contacto, simplemente con verla, evocando un sinfín de sensaciones y recuerdos.
 
Sientes la cera tibia sobre tu piel, solo unos pocos grados por encima de tu temperatura corporal, y sabes que el resultado será perfecto. La temperatura es suficiente como para abrir el poro, pero sin alterar la circulación ni dañar los capilares. Todo está controlado.

De repente, vuelve toda la suavidad y te ves tan guap@ como deseabas. Ahora sí, ¡estás list@ para todo!